Enamórate de ti para soltar al otro Cómo sanar el vacío que deja el desamor
- Vianney Cruz
- hace 5 días
- 3 Min. de lectura
¿Cómo se aprende a dejar ir cuando todavía amas?
Te levantas con el pecho apretado. Lo primero que haces al abrir los ojos es buscar mentalmente a esa persona. Una canción, un olor, una calle... todo lo trae de vuelta. No importa cuánto tiempo ha pasado, sigues ahí: reviviendo recuerdos, repasando conversaciones, imaginando lo que pudo haber sido.
Y te haces una pregunta imposible: ¿Cómo dejo de amar a quien me rompió? ¿Cómo se llena este vacío que me dejó?
¿Qué ocurrió aquí?
Cuando se termina una relación que fue significativa, no solo se acaba un vínculo. Se suspenden planes, se desdibujan sueños, se quiebran ilusiones. El duelo amoroso puede sentirse como una muerte emocional: duele el cuerpo, se pierde el apetito, se interrumpe el sueño, se altera la memoria.
Y lo más duro es que, a pesar de todo lo que pasó, sigues amando.
Eso genera confusión, culpa, enojo y tristeza. Pero también puede ser una oportunidad:
¿Y si este dolor te está mostrando por dónde volver a ti?
Entendiendo el apego y el vacío después del amor
Muchas veces, lo que más nos cuesta soltar no es a la persona, sino a la versión de nosotras mismas que creímos que solo existía a su lado.
Esto se relaciona con el apego: esa necesidad profunda de sentirnos vistas, amadas, validadas. Cuando alguien llega y conecta con nuestras heridas antiguas, es fácil idealizar el vínculo, depositar en el otro nuestra seguridad y construir una historia de amor basada más en la carencia que en la libertad.
Y cuando se rompe, duele como si nos hubieran arrancado una parte del alma.Pero no es así. Esa parte siempre fue tuya.
Lo que realmente queda es un vacío. Y ese vacío, aunque incomode, también es fértil: es espacio para volver a ti.
Volver a ti: recordar quién eras antes del nosotros
Una tarde cualquiera, viendo El Rey León con tu hijo, escuchas la frase:“Recuerda quién eres”.
Y se te encoge el corazón. Porque en el fondo lo sabes: te olvidaste de ti.
Te perdiste en el “nosotros”, dejaste hobbies, postergaste sueños, alejaste amistades. Pero ahora tienes la oportunidad de volver. No para odiar al otro, ni negar lo vivido.Sino para reconstruirte desde un lugar más real, más consciente, más tuyo.
No necesitas dejar de amar de un día para otro. Lo que necesitas es empezar a enamorarte de ti con la misma fuerza con la que lo amaste a él (o a ella).
Una despedida también puede ser un renacimiento
Sí, vas a llorar.
Sí, va a doler.
Sí, vas a extrañar.
Pero también vas a reír otra vez. Vas a recuperar tu energía. Vas a volver a mirarte al espejo con amor. Vas a bailar, crear, viajar, sanar… y vas a amar de nuevo. Esta vez, sin soltar tu centro.
Desenamorarte de alguien es honrar lo vivido, soltar lo que ya no está y elegirte a ti como tu lugar seguro.
Un pequeño paso para empezar hoy
🌀 Ejercicio de reconexión:
Haz una lista con 10 cosas que amabas hacer antes de esa relación (pueden ser actividades, lugares, hábitos, personas).Elige una y comprométete a retomarla esta semana.No lo hagas por despecho. Hazlo por amor a ti.
Cierro con esto…
No se trata de olvidarlo todo, ni de odiar para sanar. Se trata de reconstruirte con conciencia, reconectando con lo que fuiste antes del dolor y lo que estás lista para ser después de él.
Gracias por estar aquí.
Te leo ❣️
Comentários