top of page

Cuando el amor se siente como una amenaza (y no como un refugio)

Después de algunos intentos de relaciones que al final fueron fallidas, descofiaba del amor y de las relaciones. Estaba segura que nunca me volvería a enamorar y que las relaciones de preja eran una estafa.


De verdad no crees que alguien pueda amarte… solo porque sí? —me preguntó un día de esos un amiga con una ternura que me incomodó más de lo que esperaba.No supe qué responderle.Y no porque no entendiera la pregunta, sino porque me vi obligada a mirar algo que había estado evitando: ya no sabía cómo se siente recibir amor sin sospecha.


Le dije que no estoy interesada en enamorarme, que me estoy desintoxicando de las mariposas en el estómago y de las ilusiones que nunca se concretan. Pero en el fondo, ¿era eso lo que realmente pasaba? O más bien… ¿me estaba protegiendo tanto que ya ni siquiera me daba permiso de imaginarme amando otra vez?



🔍 ¿QUÉ OCURRIÓ AQUÍ?

Durante años, el amor fue mi fuente de sentido, el lugar donde podía entregarme, construir, sanar.Creía que el amor era para siempre, que era suficiente.Pero las decepciones (aunque pocas), fueron como terremotos. No rompieron solo mis relaciones, rompieron mis ideas sobre el amor, sobre mí y sobre lo que merezco.

Después de eso y por unn tiempo. cada vez que alguien mostraba interés en mí, me escondía. Lo analizaba. Le encuentraba todos los peros posibles.Y aunque me decía que lo hacía por prudencia, sé que, en realidad, era miedo.


🧠 ¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN EL FONDO?


Lo que ocurre aquí tiene nombre: miedo al vínculo, muchas veces como resultado de una combinación de heridas de apego, experiencias relacionales traumáticas y desilusión emocional.

Cuando hemos amado con todo el corazón y hemos salido lastimadas, el cuerpo y la mente aprenden:👉 "Esto es peligroso. Esto duele. Mejor me alejo."


Este mecanismo de defensa no es debilidad, es una respuesta de supervivencia.

El sistema nervioso, especialmente si ha estado expuesto a vínculos inseguros o a dinámicas de abandono, se retrae automáticamente ante la idea de intimidad. Ya no se vive como algo deseable, sino como algo amenazante.

Esto no significa que no queramos amar, significa que hay una parte dentro de nosotras que no se siente segura al hacerlo.



Si te reconoces en esto, no estás sola.


Hay muchas de nosotras reaprendiendo a amar desde otro lugar.Un lugar que no se aferra ni huye.Un lugar donde el amor no sea sinónimo de entrega absoluta ni de abandono propio.Un lugar donde podamos elegir amar, y no hacerlo solo porque necesitamos que nos salven.


No tienes que forzarte a estar lista. Pero sí puedes reconocer que tu miedo tiene una historia, y que mereces mirarla con compasión.


🙏 Y si hoy aún no crees que podrás enamorarte otra vez… no pasa nada. El corazón también necesita pausas.


¿Tú también sientes que tu corazón está en pausa? ¿Te has sentido así alguna vez?


🧩 MINI EJERCICIO:

Responde estas tres preguntas en tu diario (sin juicios, sin filtros):

  1. ¿Qué experiencias hicieron que empiece a temer el amor?

  2. ¿Qué parte de mí sigo protegiendo al evitar los vínculos?

  3. ¿Qué necesitaría sentirme más segura para acercarme a alguien?


Hazlo sin presionarte a encontrar respuestas “correctas”. Solo observa. El simple acto de ponerle palabras a lo que sientes ya es un acto de sanación.


Gracias por estar aqui.

Te leo ❣️

Σχόλια


Hola, ¡gracias por visitarme!

Párrafo. Haz clic aquí para agregar tu propio texto y editar. Aquí puedes contar tu historia y permitir que tus usuarios sepan más sobre ti.

Recibe todas
las entradas.

¡Gracias por tu mensaje!

  • Facebook
  • Instagram
  • Twitter
  • Pinterest
bottom of page